Una persona ha logrado un buen equilibrio entre su vida laboral y personal cuando existe armonía entre las diferentes áreas de su vida: trabajo, familia, amigos y aficiones. Estas áreas deben apoyarse y complementarse mutuamente. Las personas con un equilibrio deficiente suelen trabajar muchas horas, lo que les deja poco tiempo para actividades no laborales. Para alguien que trabaja en turnos de noche, lograr un buen equilibrio entre su vida profesional y personal puede ser especialmente difícil.
Incluso si alguien trabaja un número estándar de horas, tener dificultades para desconectar después del trabajo también puede ser un indicio de un equilibrio deficiente entre la vida laboral y personal. Esto se está volviendo cada vez más difícil debido a la conectividad 24/7 con la tecnología moderna, así como al auge del teletrabajo, que difumina los límites entre la vida laboral y familiar.
